31/12/08

Desmontando los tópicos de Gaza.

Ver la cobertura de los acontecimientos en Gaza en los canales de televisión árabes y en los occidentales es como asomarse a dos mundos diferentes. Influidos por la corriente de opinión promovida por la Administración de Washington, próxima a Israel, los medios europeos y estadounidenses han asumido medias verdades como hechos, ignorando la situación global en la Franja y muchos de los recientes acontecimientos políticos imprescindibles para comprender qué está ocurriendo. Para entender el masivo movimiento de solidaridad que se está viviendo en los países musulmanes hacia Gaza es necesario contextualizar los hechos y desmontar algunos de los tópicos. Estos son algunos ejemplos.
- Hamas tomó el poder por la fuerza en 2007.
En realidad, el Movimiento de Resistencia Islámica accedio al poder en enero de 2006 tras obtener el respaldo del 65% de los palestinos en las elecciones celebradas entonces, en una victoria masiva que sorprendió dentro y fuera de los territorios ocupados. La supervisión internacional reveló que no se habían producido irregularidades, pero el Cuarteto (EEUU, la UE, Rusia y la ONU) congeló sus ayudas para los palestinos con el pretendido objetivo de obligar a Hamas a renunciar a la violencia y debilitar al grupo. Por su parte, Israel comenzó una dura estrategia de aislamiento que comenzó con la retención de los fondos que cobra en nombre de las autoridades palestinas en concepto de aduanas, unos 40 millones de euros vitales para la supervivencia de los territorios. Además, soldados israelíes arrestaron a la mayor parte de los diputados islamistas en Cisjordania y Jerusalén Este inhabilitando el Parlamento palestino, que quedó sin 'quórum' para trabajar. La histórica confrontación entre la facción Al Fatah, derrotada en las urnas, y Hamas se agravó más que nunca, pero una sutil intervención internacional logró que pasara de las palabras a las armas. Según una investigación de la revista 'Vanity Fair' apoyada en documentos confidenciales autentificados por fuentes norteamericanas, "hubo una iniciativa encubierta aprobada por Bush e implantada por la secretaria de Estado Condoleezza Rice y el viceconsejero de Seguridad Nacional, Elliott Abrams, para provocar una guerra civil palestina. El plan fue apoyar las fuerzas dirigidas por [Mohamed] Dahlan [líder de Al Fatah] y dotarlas con nuevo armamento suministrado a petición norteamericana para dar a Fatah la fuerza necesaria para eliminar del poder al Gobierno democráticamente electo de Hamas. Es decir, Washington promovió un conflicto civil interpalestino para acabar con los islamistas. Así, el líder de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Abu Mazen, (Mahmud Abbas) se negó a entregar el control de las fuerzas de Seguridad a Hamas, que organizó sus propias fuerzas. Los choques aislados entre ambas facciones se sucedieron durante casi un año y medio, hasta que en junio de 2007 derivaron en una corta guerra intestina. A los islamistas les bastaron pocos días para expulsar a Al Fatah. Abu Mazen disolvió el Gobierno electo de Hamas para nombrar otro Ejecutivo, tachado de ilegal por algunos expertos palestinos que también criticaron duramente la actuación de Hamas, y dividiendo 'de facto' los dos territorios palestinos.
- El bloqueo fue impuesto tras el 'golpe de Estado' de Hamas.
El bloqueo comenzó días después de que los islamistas llegaran al Gobierno, pese a las denuncias de las organizaciones humanitarias que advirtieron de que, sin la ayuda internacional, los territorios estaban abocados a una grave crisis asistencial, sanitaria y alimentaria. Pocos meses después de la victoria electoral las ONG advirtieron de la escasez de medicinas en los hospitales y avisaron del riesgo de enfermedades infecciosas. Lo peor estaría por llegar. Primero fue la respuesta israelí a la captura del soldado Guilad Shalit, que castigó duramente la Franja. Un año después, tras los combates interpalestinos, Tel Aviv declaró Gaza entidad enemiga, permitiendo la entrada de apenas 19 productos básicos de los 3.500 que entraban antes. Desde entonces, la primera crisis humana creada expresamente por Occidente ha empobrecido a la población hasta límites insospechados. Si en 2007, un millón de personas en Gaza (donde habitan 1,5 millones de palestinos) sobrevivía gracias a las ayudas de la ONU, hoy se calcula que 1,2 millones comen gracias a Naciones Unidas, que ha dejado de recibir alimentos básicos por el cierre israelí. Hoy en día, los habitantes de Gaza tienen serias dificultades para encontrar pan.
- La culpa de la ofensiva es de Hamas por seguir lanzando cohetes.
El pasado día 19 de diciembre, Hamas dio por finalizada una tregua unilateral de seis meses en la que los islamistas no lanzaron su artillería casera salvo en respuesta a bombardeos israelíes, sin causar muertos. A cambio, exigían que Tel Aviv aliviara el cerco permitiendo la entrada de productos básicos y de combustible, algo que nunca ocurrió. En esos meses la situación se fue deteriorando en la Franja, hasta el punto de que los israelíes prohibieron el paso de ayuda de Naciones Unidas e incluso vetaron el suministro del combustible necesario para que las agencias de la ONU pudieran asistir a la población. "¿En qué otro lugar padece la ONU un embargo? ¿Dónde se somete la ayuda alimentaria a tan severas restricciones?", se interrogaba el director de la agencia de Naciones Unidas para los refugiados palestinos, John Ging. Por su parte, la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Navi Pillay, denunció que "el bloqueo es una violación de las leyes internacionales y humanitarias". El relator especial de la ONU para los territorios palestinos, el profesor judío estadounidense Richard Falk, exigió a principios de diciembre un "esfuerzo urgente [...] para aplicar las normas que protegen a la población civil palestina de las políticas de castigo que suponen un crimen contra la humanidad". Falk, que calificó el bloqueo contra Gaza de "continuada, flagrante y masiva de la ley humanitaria internacional", fue expulsado por Israel cuando intentó regresar a los territorios para terminar el informe que debe presentar ante la ONU en marzo.
- Israel se defiende de la ofensiva palestina.
Es cierto que las facciones armadas palestinas lanzan sus cohetes contra el sur de Israel, al igual que es cierto que Tel Aviv acomete ofensivas aéreas contra la Franja en lo que califica de "asesinatos selectivos", que por lo general suelen ocasionar víctimas civiles. La cuestión está en qué tipo de daño hacen unos y otros. Según datos del Ministerio de Defensa israelí, la ONG The Israeli Project calcula que 23 israelíes han muerto entre principios de 2001 y el verano de 2008 a causa de los proyectiles palestinos. Según el Centro Palestino para los Derechos Humanos, en ese periodo 3.800 palestinos han muerto por ataques israelíes, de los cuales casi 850 son niños. Por otro lado, el Gobierno israelí invierte fuertes sumas en la seguridad de su población asentada en las proximidades de Gaza, mientras que los palestinos carecen no sólo de búnqueres, sino de medicinas, agua o suministro eléctrico.
- Se trata de un ataque contra la infraestructura terrorista de Hamas.
Mezquitas, el canal de televisión de Hamas (Al Aqsa TV), la Universidad Islámica de Gaza. Varios edificios civiles han sido atacados en la actual ofensiva de Tel Aviv, además de centros políticos y militares. El problema es que cualquier ataque contra un objetivo, incluso militar, en Gaza arrastra a numerosos civiles dado que la Franja es uno de los lugares con mayor densidad de población del mundo. La mayoría de las víctimas han sido oficiales de la policía palestina afiliada a Hamas, entre ellos su máximo responsable, nombrado por Al Fatah, lo cual lleva a Israel a afirmar que las bajas son militares. Sin embargo, según la IV Convención de Ginebra relativa a la protección de civiles en tiempos de guerra, los funcionarios (incluidos los oficiales de policía) son considerados civiles en los conflictos y no combatientes, por lo que los grupos de Derechos Humanos denuncian una masacre.
Mónica G. Prieto

28/12/08

El chiismo en Marruecos.

La lenta pero constante penetración del chiísmo en la sociedad marroquí ha despertado la preocupación de las autoridades marroquíes, que ven cómo gana adeptos una rama del islám que está considerada como una herejía.En Marruecos, un país suní (grupo mayoritario entre los musulmanes), el rito chií, cuyo representante oficial es Irán, no está conforme a la tradición religiosa del país. En declaraciones a EFE, el presidente de la Liga Mohamedía de Ulemas (doctores del Islam) de Marruecos, Ahmed Abadi, calificó de “preocupante” la extensión del chiísmo que venera a Ali (primo y yerno del profeta) y a toda su descendencia.“Ahora los adeptos de este rito, no actúan en clandestinidad como antes, publican revistas y avanzan la idea de que Marruecos es un país con antecedentes chiíes y puede volver a su origen” dijo Abadi, uno de los famosos profesores de la religión musulmana y que lidera la oficialista liga de Ulemas.En los años setenta, la presencia del chiísmo en Marruecos era limitada a unos centenares de marroquíes, que en su mayoría habían viajado a Irán.En los últimos años esta presencia se ha multiplicado “gracias al éxito del Partido de Dios (Hizbulá) de Hasan Nasrala en el Líbano”, según declaró a EFE el profesor de Ciencias Políticas en la Universidad Mohamed V de Rabat, Mohamed Darif.“Es verdad que hay una expansión de chiíes en Marruecos, sobre todo entre los seguidores del jeque Husein Fadlalá”, antiguo ideólogo de Hizbulá, añadió.Según Darif, no es fácil cuantificar esta afiliación, sobre todo porque uno de los principios de los chiíes es la llamada “taqía” (guardar su movimiento en secreto para evitar represalias del enemigo.La mayoría de los chiíes marroquíes están en el norte y en el este de Marruecos, “algunos de ellos han estudiado en el Líbano, y son seguidores de Husein Fadlala”, subrayó.Ahora los intelectuales de esa escuela han publicado en la ciudad de Tánger (norte), la revista “Ruaa Muasira” (visiones modernas), en la que defienden públicamente el rito chií.Además, Fadlala “ha nombrado como delegado en el Magreb a un marroquí, abogado en Tánger, llamado Isam Ahmidán”, indicó el profesor Darif, especialista en movimientos islamistas.Hay otros grupos de otras escuelas, pero el más numeroso es el de Ahmidán, y añadió que “otro elemento más importante en esta situación es el crecimiento del chiísmo entre los inmigrantes marroquíes en Europa y sobre todo en Bélgica”.Los seguidores de ese rito expresaron su temor por las últimas detenciones de los líderes de dos organizaciones islamistas: “Al Badil Al Hadari” (alternativa de civilización) y “Al Haraka Al Umma” (movimiento para la nación islámica).Estas detenciones se efectuaron en el marco del desmantelamiento de la red de Abdelkader Belliraj, acusado, junto con otras 35 personas, de preparar ataques terroristas en Marruecos.Los líderes de dichas organizaciones, acusados de complicidad con Belliraj, eran miembros de una organización clandestina, de tendencia chií, llamada “Yund Alá” (Soldados de Dios), antes de formar otra llamada “Al Ijtiar Al Islami” (la opción islámica).En los años noventa, estos líderes, Mohamed Mutasim, y Mohamed Meruani, intentaron formar, respectivamente, Al Badil Al Hadari y Al Haraka Al Umma, pero las autoridades rechazaron su demanda, por sus “simpatías chiítas”.Uno de los abogados de estos dos líderes, detenidos ahora en el asunto de Beliraj, Jalid Sufiani, explicó “hemos presentado a las autoridades todas las pruebas para negar estas acusaciones, y al final los dos partidos fueron autorizados”.Con el desmantelamiento de la red Beliraj, los dos partidos, acusados de haberse amparado en la legalidad para preparar acciones terroristas, fueron disueltos .Jalid Sufiani, que es también el secretario general del Congreso Nacionalista Árabe, que reúne a partidos panarabistas e islamistas, minimizó la importancia de las corrientes chiítas en Marruecos.“Las autoridades mezclan la simpatía de los ciudadanos marroquíes con le resistencia de Hizbulá en el Líbano contra Israel, y el chiísmo”, subrayó.Sufiani añadió “hay una amplificación artificial de la polémica que estalló entre el jeque egipcio, Yusuf Qaradaui, y los jeques iraníes”.Qaradaui, predicador en la cadena Qatarí “Al Yazira” había acusado a los iraníes de llevar una campaña en el mundo islámico suní, para propagar el rito chiíta.Los responsables iraníes a alto nivel criticaron duramente a Qaradaui, lo que suscitó una polémica entre los suníes y los chiís a través de los medios de comunicación, y sobre todo en Internet.“Hemos creado el Congreso Panarabista Islámico para organizar un dialogo entre estas tendencias”, indicó Sufiani.Es esta organización que efectuó la mediación entre el jeque Qaradui y los iraníes y consiguió calmar esta polémica”, informó Sufiani.

Yo tambien soy de Gaza.

"Israel lucha por su supervivencia", ¿como? robando las propiedades de los palestinos (sean musulmanes, cristianos o agnósticos), haciendo la vista gorda ante los abusos de los colonos, Esto no es una guerra de religiones, ni una lucha de civilizaciones: esto es la historia más antigua del mundo, dos naciones peleando por un mismo territorio. Huy, perdón, me acabo de dar cuenta de que he criticado al Estado de Israel y eso me convierte automáticamente en un feroz antisemita europeo. Los que lloran y no dejan de recordar al Mundo que fueron victimas de genocidio (los judíos), están cometiendo barbaridades exterminando un pueblo entero (Palestina), será que Israel sufre algún tipo de trastorno de personalidad al cometer los mismos horrores y genocidios a un pueblo inocente?. Pero Palestina no tiene nada que ver con Hitler, la Torah dice que el que mata a una persona es un asesino, y el que mata a 250+1+1+1… ¿como lo llamarían? Asesino. Israel = Terrorismo de estado. Israel = Mata inocentes.

Ahmed Lekhrif y la nacionalidad Española.

El rey de Marruecos Mohamed VI destituyó ayer de su cargo a Ahmed Lekhrif, secretario de Estado de Asuntos Exteriores, poco después de que éste hubiera obtenido la nacionalidad española que llevaba años tramitando, según anunció ayer la agencia de prensa oficial marroquí (MAP). La decisión del monarca pone de relieve su creciente descontento ante lo que aparentemente considera una intromisión española en la política interior de Marruecos al otorgar la nacionalidad a personas nacidas en el Sáhara Occidental antes de que España se retirara de la colonia en 1975. La iniciativa es inamistosa de cara a España y se produce una semana después de que se celebrara en Madrid una cumbre hispano-marroquí. Lekhrif, de 55 años, nació en Smara cuando aún era una ciudad de la colonia española. Estudió filosofía en la Universidad Complutense de Madrid y después inició una carrera política como vice alcalde de El Aaiún, la capital del Sáhara, y más tarde como senador. Nunca puso en tela de juicio que el territorio perteneciese a Marruecos. "El Gobierno de Su Majestad se ha enterado", reza la noticia de la MAP, "de que las autoridades españolas conceden la nacionalidad españolas a varios altos cargos marroquíes". "(...) este procedimiento estaría justificado por la responsabilidad de España de cara a las regiones del Reino de Marruecos que estuvieron bajo su mandato", añade en una alusión al Sáhara. "Su Majestad el Rey Mohamed VI, que Dios le guarde, ha decidido poner fin a la misión de Ahmed Lekhrif como secretario de Estado de Asuntos Exteriores", concluye la agencia. Numerosos saharauis de toda condición social, entre ellos funcionarios, que poseen la nacionalidad marroquí desde hace 33 años han tramitado y obtenido estos últimos años la española sin haber sido sancionados por Rabat. El Consejo de la Comunidad Marroquí en el Extranjero es un órgano recientemente creado para asesorar al rey y que está exclusivamente integrado por marroquíes. Entre sus miembros figura, no obstante, Mohamed Chaib diputado autonómico del PSC en Cataluña.

18/12/08

"Estoy preparando un libro sobre temas comunes y estaria firmemente interesado en matizar algunas cosas, quiero revisar todas mis fuentes para intentar ser lo mas objetivo posible". Esto lo que dijo el señor Navazo a este bloq cuando se le pregunto por que llamaba a prohibir el "Nikab y el Burka" bajo su entender de los sitios publicos. no tiene desperdicio.

8/12/08

El PP y la democracia de los Musulmanes.

Ignacio Cosidó, portavoz del PP en la Comisión de Interior del Congreso y una de las apuestas de la renovación del partido, realizó ayer unas declaraciones que se presumen polémicas sobre las ideas de la mayoría de los Musulmanes que viven en España. Fue en una intervención en el Campus FAES, en un curso precisamente titulado La tiranía de lo políticamente correcto. Cosidó se mostró muy preocupado con el poder creciente, en su opinión, del ‘’Islamismo radical’’, y señaló que la interpretación de esta religión que "mayoritariamente es compartida por los musulmanes que vienen a nuestro país genera algunas incompatibilidades con nuestros principios democráticos, sobre todo en términos de igualdad entre hombres y mujeres y en la concepción del Islam como sistema político", dijo. Cosidó cree que hay un "riesgo creciente de radicalización" del millón de Musulmanes que residen en España y sostiene que entre ellos hay "un 5% que apoya la yihad y el ‘’terrorismo Islamista" y ese porcentaje "irá a más" durante los próximos años hasta superar el cálculo actual de "50.000 personas que justifican o amparan el terrorismo Islamista". Aún así, tuvo buenas palabras para el Islamismo moderado y dijo que preferiría entenderse "con un Islamista moderado que con un laicista radical", pero enseguida insistió en que una política de tolerancia hacia los preceptos Musulmanes sólo serviría "para generar más problemas, lejos de conseguir un apaciguamiento".

7/12/08

Me da miedo.

La actitud que está tomando la derecha en la situación política española actual es una cuestión preocupante, un escenario en el que la derecha está entrando en la confrontación de una forma decidida y que puede llevarla a echarse al monte de una forma alocada e injustificada, esa obscura derecha del somatén y el trabucaire. Argumentan su postura en la ruptura que, el gobierno socialista de D. José Luis Rodríguez Zapatero, está provocando en las bases morales de la sociedad española con la ley que permite el matrimonio entre personas del mismo sexo y luego una ruptura de la unidad de España con la propuesta del proyecto de reforma del Estatuto de Cataluña. Hay quienes incluso han iniciado una campaña denunciando el supuesto pacto del Presidente del Gobierno con el rey de Marruecos, Mohamed VI, en el cual se habría sellado la entrega de las ciudades de Ceuta y Melilla a nuestro vecino país y no han dudado hasta en ponerle fecha de cumplimiento del pacto, el año 2.008. Lean si no a D. Federico Quevedo y su artículo “La mano que mece la cuna” en el que de una forma velada acusa al ex presidente D. Felipe González de ser el artífice de dicho pacto en compensación a la ayuda prestada a los socialistas en el 11 de marzo de 2.004 para acceder al poder. O como el gran “experto” D. José Luis Navazo, en el periódico digital Hispanidad.com el pasado 14 de octubre, señala la fecha de 2.008 como la fijada para hacer realidad tan felón acto, pues si se realiza antes se perderían las elecciones generales de 2.007, que es para cuando han previsto que se adelanten. Unas explicaciones tan faltas de argumentos que sólo hay que calificarles de absurdas- Pero si me asusta la actitud de enfrentamiento que está tomando la derecha con su visión de la España única, indivisible, católica, apostólica y romana, mayor miedo me dan las campañas de concienciación sobre los ciudadanos españoles sobre ese inexistente pacto entre nuestro Presidente del Gobierno Sr. Rodríguez Zapatero y el monarca alauíta. Pues, si recordamos la historia, ha sido la derecha y única y exclusivamente la derecha, la que, acogiéndose a su sentido de ser la defensora de la unidad de España, ha ido entregando poco a poco y de muy malas formas los restos del Imperio Español. Ahí está, en el siglo pasado, la conversión en provincias de toda nuestras posesiones en África, para luego ir haciendo efectiva su independencia o su entrega a Marruecos (Guinea, Sidi Ifni o el Sahara). Curioso que el 12 de octubre de 1.968, cuando se da la independencia de Guinea, quien representa al Gobierno del dictador Francisco Franco fuera un tal D. Manuel Fraga Iribarne, o que este mismo señor sea Ministro de Gobernación en el Gobierno que firmó la entrega del Sahara Español a Marruecos y Mauritania, en aquellos famosos Pactos de Barajas, que algún día alguien debería explicarnos qué es lo que contienen, pues no sería de extrañar que en esos Pactos sobre el Sahara, que se realizaron en el aeropuerto de nuestra capital, se hubieran incluido otras cuestiones más sensibles, pero que en aquel momento quedaron en secreto para realizarse a los cincuenta años de su rubrica. Algo deberían explicarnos quienes allí estuvieron, sobre todo para que esta derecha cavernaria deje de engañarnos con unas soflamas que han debido de pergeñar ellos y sólo ellos. Nada extraño que en su famoso Libro Blanco sobre la Reforma Democrática, el Sr. Fraga proclamara la cesión progresiva de la soberanía de Ceuta y Melilla, y sólo cuando desde nuestras ciudades se montaron las protestas, acudiera rápidamente a Jorge Vestrynge para que le sacara del entuerto con un panfleto titulado “Una Política Exterior para España”, donde se proclamaba la incuestionable españolidad de ambas poblaciones. Algo rato que en un folleto sobre Política Exterior se alentara la españolidad. Y no nos debe extrañar que quien formara parte de aquel Gabinete de Orientación y Documentación que creara el nefasto Libro Blanco, D. Javier Calderón fuera nombrado en 1.996 director del CESID por D: José María Aznar. Ese es mi miedo, que quienes se esconden en su patriotismo barato de bandera e himno sean los que ya han negociado nuestro futuro, si no observen como cambian de actitud hacia Marruecos todos y cada uno de los líderes de la oposición, sean del partido que sean, que han realizado su primer viaje para conocer a nuestros vecinos: qué les dicen, qué papeles les enseñan para sufrir esa extraña transformación. Miedo me da pensar que pudieron firmar en Barajas. Aún así mi confianza sigue puesta en los míos, pues sé que nunca me defraudarán.
Alvaro Guzman.

Sr. navazo condenado por injurias graves.

Fragmento de la sentencia que condena al sr. navazo por injurias graves.
Con fecha 14 de enero de 1987, tuvo entrada en el Tribunal Constitucional la demanda de amparo interpuesta por don José Luis Navazo Gancedo contra la Sentencia de la Sección Sexta de la Audiencia Provincial de Madrid, de 3 de abril de 1984, y la de la Sala Segunda del Tribunal Supremo, de 1 de diciembre de 1986, que declaró no haber lugar al recurso de casación contra la anterior.
La Sentencia de la Audiencia Provincial de Madrid de 3 de abril de 1984, dispuso la condena del recurrente como autor de un delito de injurias graves (arts. 457; 458, 4.º; 459; 463, I; 467, III C. P.), a la pena de un mes y un día de arresto mayor, con sus accesorios legales y multa de 20.000 pesetas. De acuerdo con los hechos probados, el día 8 de agosto de 1982 el periódico «Diario 16» informó, sin firma, que el objetor de conciencia José Luis Navazo Gancedo, condenado por la Audiencia Provincial de Madrid por injurias al Ejército, había declarado que «tenía intención de agotar todas las vías jurídicas hasta lograr la absolución». Asimismo, dice la Sentencia, el procesado habría justificado sus declaraciones explicando que «pretendía definir el papel de los ejércitos a lo largo de la historia; y que no se refería a ningún ejército en concreto» y aseguraba no haber obrado con ánimo de injuriar. El texto con las declaraciones del ahora recurrente en amparo terminaba con las siguientes expresiones: «es increíble que a mí me metan siete meses y que castiguen con un mes de arresto, a un capitán de ilustre apellido que llamó cerdo al Rey. Esto me confirma una idea que yo tenía arraigada: hay una gran parte de los Jueces que son realmente incorruptibles; nada, absolutamente nada, puede obligarles a hacer justicia».

6/12/08

Mohamed VI: Biografia.

Segundo de los cinco hijos del rey Hasan II y primogénito de los varones, su madre es la segunda de las dos esposas que tuvo Hasan, la bereber Lalla Latifa Hammou, que nunca tuvo dignidad real o título y que ha sido referida simplemente como "madre de los hijos del rey". El joven príncipe recibió educación coránica en Palacio y desde 1969 una formación de tipo occidental en el Colegio Real de Rabat, compartiendo aula con los hijos de las elites del reino jerifiano.
Su conocimiento del español, lengua que habla además del inglés, el francés y, obviamente, el árabe (tanto el clásico como la variedad marroquí), le viene de una institutriz española que tuvo asignada en su infancia. Precisamente, fue gracias a una de sus ayas que, protegiéndole con su cuerpo, salvó la vida en el atentado de Sjirat de julio de 1971, cuando un comando de militares golpistas irrumpió en el complejo residencial durante una fiesta real y asesinó a decenas de personalidades y miembros del servicio. Aunque Hasan nunca llegó a emitir un dahir o decreto real al respecto, en 1984 designó a Mohammed príncipe heredero. En 1981 aprobó el bachillerato y en junio de 1985 se licenció en Derecho por la Universidad Mohammed V de Rabat con un proyecto de investigación titulado La Unión Árabe-Africana y la estrategia del Reino de Marruecos en las Relaciones Internacionales.
Dos años después obtuvo una titulación superior en Ciencias Políticas y en 1988 pasó unos meses en la Comisión Europea en Bruselas para familiarizarse con las cuestiones comunitarias, bajo la tutoría personal del presidente de la institución, Jacques Delors. Su formación académica se cerró en octubre de 1993 con el doctorado en Derecho por la Universidad Sofía-Antípolis de Niza. La tesis que defendió, La cooperación entre la Unión Europea y los países del Magreb, volvió a indicar los intereses internacionales de la Corona y las inclinaciones personales de Mohammed. Joven serio e introvertido, su trayectoria como príncipe heredero se mantuvo en un perfil discreto, siendo bien pocos los detalles que se conocían de su vida privada. Su padre, no obstante, le fue confiriendo progresivamente responsabilidades, sobre todo en el terreno diplomático. Siendo aún un niño, en 1974 representó al Reino en los funerales del presidente francés Georges Pompidou en París, en enero de 1986 presidió en Fez la reunión de ministros de Exteriores de la Organización de la Conferencia Islámica (OCI), en 1993 realizó su primera visita oficial a un país occidental, Francia, y en 1994 viajó a España para entregar un mensaje personal de su padre al rey Juan Carlos I Pero el verdadero bautismo internacional de Mohammed vino con su discurso ante la Asamblea General de la ONU en Nueva York, en octubre de 1995, con motivo del 50º aniversario de la organización, sustituyendo a su padre súbitamente indispuesto.
En septiembre de 1996 acompañó al ministro del Interior Driss Basri a Tánger para negociar con el Frente Polisario (FP) sobre el Sáhara Occidental, importante cometido que fracasó al rechazar la organización saharaui el ofrecimiento de una amplia autonomía dentro del Reino de Marruecos. Aunque desde noviembre de 1985 tenía como misión coordinar la intendencia del Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas Reales, lo que le convertía en el, si bien simbólico, número dos del Ejército tras su padre, y en julio de 1994 fue promovido a general de división, Mohammed no respondía en absoluto al molde de príncipe militar. A diferencia de su padre en su etapa principesca (que incluyó una experiencia de combate y de mando de tropa durante la campaña contra los rebeldes rifeños), no se le vinculaba con la vida castrense y apenas se relacionaba con los uniformados.
Antes bien, aparecía interesado en las nuevas tecnologías y se le consideraba sensible a la problemática social y religiosa del país, inclinaciones bien poco características del talante de su padre o de su hermano menor, el príncipe Rashid, que gozaba de mayor consideración entre los elementos conservadores de Palacio. Por lo demás, Mohammed era un aficionado a los deportes de velocidad, como el jet-ski, o moto acuática, y el automovilismo, pasión que en noviembre de 1985 le acarreó un accidente de tráfico para sobresalto y disgusto del severo Hasan. Como cualquier otro joven marroquí, se le sabía seguidor de la música rai, un pop local con contenidos contestatarios. En la segunda mitad de los años noventa, su influencia en los asuntos de Palacio creció, hasta el punto de considerársele instrumental en el acercamiento de Hasan a la oposición socialista, que en febrero de 1998 colocó a su dirigente Abderrahman El Youssoufi, en excelentes relaciones con el príncipe, en la jefatura del Gobierno. El mal estado de salud de Hasan tuvo un súbito desenlace fatal el 23 de julio de 1999. En ese instante Mohammed se convirtió en jefe del Estado y al día siguiente, por la ceremonia del acatamiento que representa la tradición paternalista de la Beia, la cual establece un vínculo de fidelidad entre el monarca y sus súbditos, los ulema Islámicos, los miembros de Palacio con la familia real a la cabeza, los mandos del Ejército y demás notables del Reino le reconocieron como el 18º monarca de la dinastía alauí (fundada en 1664) con el nombre de Mohammed VI, comendador de los creyentes o al-Amir al-Muminin y 36º descendiente directo del Profeta Mahoma. A falta de descendencia filial, su hermano Rashid se convirtió automáticamente en el nuevo príncipe heredero. Hecho significativo del hermetismo que rodeaba la vida privada de Mohammed (las cuestiones sentimentales en Palacio eran tabú para la opinión pública), se difundió la información de que breves horas después del óbito real, Mohammed había contraído matrimonio secreto con una joven bereber llamada Lalla Amina, pero el 26 de julio fuentes palaciegas desmintieron el desposorio.
La revelación y el mentís eran relevantes, ya que una tradición alauí establecía que el príncipe heredero no puede casarse en vida del rey padre, pero una vez convertido en monarca y antes de la entronización, debe estar unido en matrimonio y éste consumado con un heredero, lo que dejaba al interesado un muy breve plazo para cumplimentar con estos preceptos consuetudinarios. El 25 de julio Mohammed presidió los solemnes funerales y entierro de Hasan en el Mausoleo Real de Rabat y mantuvo breves entrevistas con el presidente estadounidense Bill Clinton presidente de la Autoridad Palestina Yasser Arafat, el rey jordano Abdallah II, el presidente argelino Abdelaziz Bouteflika (cita reveladora, por las siempre difíciles relaciones bilaterales), el presidente egipcio Hosni Mubarak, el primer ministro israelí Ehud Barak y el rey Juan Carlos I, con el que le une una buena amistad y al que visitó en mayo de 1997 en su primer viaje oficial a España. Finalmente, el 30 de julio, Mohammed fue entronizado oficialmente tras cumplir el ritual del acceso al Palacio Real en la carroza que simboliza a la Monarquía alauí. La llegada al trono de Mohammed VI estuvo rodeada de un desmedido entusiasmo popular y levantó esperanzas de profundos cambios en el país, sobre todo por parte de una numerosísima juventud que se identifica con él.
Del rey se esperaba la continuación y aceleración de las reformas liberalizadoras emprendidas por su padre en la economía y la política, pero además, dada su particular sensibilidad, cambios decisivos en el terreno social como oportunidades laborales para los jóvenes, legislación emancipatoria de la mujer y la reducción del analfabetismo, que afecta al 55% de la población, todo conforme a las aspiraciones de una sociedad civil emergente. Como monarca constitucional de misión divina y de personalidad "inviolable y sagrada", según recoge la Carta Magna de 1992, Mohammed adquiría tanto la suprema autoridad religiosa como extensas prerrogativas, de pleno contenido político, muy superiores a las de los monarcas parlamentarios europeos, entre ellas, la de elegir a los ministros del Interior, Asuntos Exteriores, Justicia y Asuntos Religiosos, áreas, como la Defensa (gestionada personalmente por el jefe del Estado), de competencia real y sustraídas al Gobierno. Aunque, por tanto, un monarca gobernante, Mohammed VI no es, empero, políticamente responsable. Por otro lado, su autoridad, y por tanto su margen de maniobra para eventuales actuaciones reformistas, había de tener en cuenta al Majzen (literalmente, el Almacén, de cuya versión muy similar en árabe clásico deriva la actual palabra del idioma castellano español), entendido como el conjunto de tradiciones y leyes no escritas que regulan los complejos ritos y relaciones en Palacio. Fielmente salvaguardado por una red de cortesanos y altos funcionarios, este vestigio feudal ha sido hasta ahora seguido al pie de la letra por la monarquía alauí para perpetuar la memoria de los sultanes fundadores y salvaguardar la estabilidad del Estado.
Precisamente por su atribuido carácter observador e inquieto, partidario de palpar directamente la realidad del país, con el nuevo monarca este filtro tenía visos de perder preponderancia. De hecho, desde el primer momento sus gestos, discursos y actos confirmaron la contemplación de todos los objetivos arriba enumerados, su voluntad de modernizar la Corte y, en definitiva, de impulsar decididamente la transición democrática, cuestionada bajo Hasan II por la pervivencia de los modos represivos, la corrupción y los gastos suntuarios desmedidos. Como primer gesto, Mohammed renunció al aparatoso cortejo que acompaña al rey en sus desplazamientos por un dispositivo más discreto. En los meses siguientes, el monarca causó sensación por su dinamismo y la acumulación de disposiciones, que superaban lo meramente simbólico.
El 8 de octubre hizo un primer discurso ante el Parlamento, tímido aunque inequívocamente reformista, en el que habló de reformas en el sistema educativo y la creación de un nuevo fondo para inversiones y equipamientos generadores de empleo. Aunque no hizo ninguna alusión al problema crucial del Sáhara, ya a finales de septiembre tomó directamente las riendas del asunto con la creación de una comisión político-militar bajo dirección real. Esta actuación preliminar permitió atisbar que en lo sucesivo los militares, incluidos varios compañeros de promoción del rey, iban a jugar un papel más relevante en la dirección del Estado, algo del todo inesperado considerando la citada poca afición de Mohammed a los asuntos de la milicia en su etapa de príncipe. El 3 de noviembre el ministro Basri, eminencia gris del régimen hasaniano y que contaba con plenos poderes por su competencia en la territorialidad del Reino, declaró que el referéndum sobre el estatus del territorio previsto para el 31 de julio de 2000 iba a sufrir un retraso de "dos o tres años", debido a los numerosos recursos presentados contra el censo que elaboraba la ONU. El 9 de noviembre, por sorpresa, el rey destituyó a Basri y semanas después se produjo una cascada de relevos en la administración provincial y en la Dirección de Seguridad del Territorio (DST, policía política).
La salida de Basri, esperada aunque no exenta de espectacularidad por su prontitud, fue interpretada no tanto como un viraje en la política saharaui -Mohammed ya había reafirmado la posición de su padre de defensa irrenunciable de la marroquinidad del territorio y su confirmación con un referéndum basado en un censo favorable- como la remoción de un obstáculo decisivo a la política reformista del Gobierno de El Youssoufi y a los objetivos del propio rey. El monarca alauí no desmintió el retraso del referéndum, para irritación de los cada vez más impacientes saharauis, y de hecho la segunda reunión directa entre el Gobierno marroquí y el FP en Londres concluyó el 28 de junio de 2000 en fracaso. Mayores avances se hicieron en el capítulo de los represaliados del régimen. El 30 de julio de 1999, de acuerdo con una tradición aplicada en los relevos reales, el rey amnistió a casi 8.000 presos y ordenó la reducción de pena para otros 38.000, algunos de los cuáles eran miembros de organizaciones religiosas ilegales. Asimismo, el 15 de mayo de 2000 le fue levantado el arresto domiciliario vigente desde 1989 al jeque Abdessalam Yassin, líder del grupo fundamentalista Justicia y Caridad. Otros gestos reveladores de la superación del pasado fueron la autorización el 30 de septiembre de 1999 de regresar a Marruecos a Abraham Serfaty, el más conocido preso político marroquí que vivía exiliado en Francia desde 1991, y la misma disposición para la familia de Mehdi Ben Barka, el dirigente socialista opositor raptado y desaparecido en París en 1965, con toda seguridad asesinado a instancias de los servicios secretos de Hasan II, la cuál retornó de su exilio voluntario el 27 de noviembre de 1999.
El rey realizó su primer viaje oficial en el interior de Marruecos a la desamparada región del Rif, a la que su padre no había regresado desde que tomara parte en la implacable represión de las cabilas en los años cincuenta. Su primera visita oficial al extranjero fue a Francia, primera prioridad de la diplomacia marroquí, del 19 al 21 de marzo de 2000, para entrevistarse con el presidente Jacques Chirac, seguida de unas estancias en Italia y Portugal. A España, el monarca alauí realizó el 1 de marzo de 2000, coincidiendo con la entrada en vigor del Acuerdo Euromediterráneo de Asociación firmado con la UE el 26 de febrero de 1996 (el cual, entre otros aspectos, contempla un espacio de libre comercio efectivo en 2010), un breve desplazamiento privado para departir con el rey Juan Carlos y el presidente del Gobierno, José María Aznar. Del 18 al 20 de septiembre del mismo año Mohammed VI cursó su primer viaje oficial a Madrid, en el que, sin embargo, no se avanzó sustancialmente en la solución de los diversos capítulos de porfía hispano-marroquí, cuales son la pesca (el 30 de noviembre de 1999 había caducado el Acuerdo Pesquero con la UE y de momento no se renovó), la inmigración clandestina, el narcotráfico y la cuestión de Ceuta y Melilla, ciudades cuya españolidad cuestiona Rabat.

La evolucion de lo "musulman" en España.

Para la sociedad española, el recuerdo del esplendor de la cultura y la civilización de AI-Andalus actúa, en cierta manera, como un lastre en el presente. Lo que los españoles han heredado del pasado no solo han sido tesoros arquitectónicos y artísticos, o la influencia de la lengua árabe sobre buena parte de las que se hablan en la península ibérica y sobre los topónimos de la mitad del país. El legado de AI-Andalus es una constante para la sociedad española que le remite a lo árabe y a lo musulmán pero, a la vez, es una interferencia entre la percepción del pasado y la vivencia del presente (Martinez Montavez, 1993: 88; Viguera, 1995).
No obstante, el actual desencuentro hispano-árabe al que se refieren algunos autores, debe mucho a la agitada relación histórica con el país vecino, Marruecos (Lopez García, 1992 y 1997). Desde el siglo VIII hasta hoy se han ido acumulando estereotipos que han nutrido y reforzado los antagonismos entre ambas sociedades. En el presente, hemos heredado la recurrente imagen del llamado moro, término-tópico al que la historia siempre ha dotado de nuevos argumentos para mantener en uso: el empleo de tropas coloniales marroquíes en el ejército español durante la represión de Asturias (1934) y la Guerra Civil (1936-39); el proceso de descolonización del territorio marroquí (1956) y sahariano (1975); la llegada de mano de obra inmigrante desde la década de los setenta a las principales ciudades españolas; y los recientes conflictos comerciales, sobre todo en la producción de cítricos y en la pesca (Larramendi, 1992: 14).
Hoy en día, a partir del fenómeno de la inmigración marroquí hacia España, se abre una nueva etapa de relaciones de vecindad entre la sociedad española y la marroquí. Esto también significa que se inaugura un nuevo capítulo de las percepciones de lo arabomusulmán, puesto que si hasta ahora sus referentes y significados componían la imagen de una alteridad lejana, ahora ésta se muestra cada vez más presente. Las implícitas demandas de tipo religioso y cultural que se derivan del proceso de reconstrucción de los núcleos familiares durante el trayecto migratorio, se convierten en las nuevas tarjetas de presentación de esta alteridad ya cotidiana.
A pesar de que la evidencia - cuanto menos estadística - nos confirma que la gran mayoría de los musulmanes residentes en España son de origen extranjero, no podemos concluir que esta presencia sea fruto exclusivo de sucesivos ciclos migratorios. quiero destacar explícitamente las expresiones religiosas musulmanas que se vinculan precisamente con el trayecto migratorio, no significa que no tengamos presente la influencia de otros factores en la reciente evolución de este colectivo en nuestro país. Así, también se tendrá en cuenta el reconocimiento del sustrato cultural de ciudades como Ceuta y Melilla, o el desarrollo de una densa estructura asociativa que agrupa a españoles musulmanes y musulmanes nacionalizados. Reconocer esta diversidad nos permite, no sólo reconstruir las fases de la contemporánea presencia musulmana en España, sino también contrarrestar las imágenes que atribuyen al Islam un carácter "foráneo", y mostrar cómo esta confesión religiosa se halla cada vez más presente en la sociedad española.